PDLC son las siglas en inglés de Cristal Líquido Polimérico Disperso. Se trata de una lámina de última generación que se aplica sobre los cristales y se conecta a la electricidad, permitiendo que las ventanas de diferentes entornos pasen de ser translúcidas a ser transparentes con un solo clic.
Con esta tecnología el cristal translúcido está en su estado natural, cuando no recibe corriente, y transparente cuando recibe electricidad. El encendido puede ser ajustado mediante un regulador de potencia, permitiendo graduar el nivel de intensidad del cristal opaco que se desee en cada momento.
La lámina inteligente PDLC puede ser instalada adherida en superficie, abaratando el coste de instalación o en cristales con cámara en su interior, consiguiendo una mayor protección de la lámina y por tanto una mayor durabilidad.
El PDLC es la persiana del futuro o, mejor dicho, del presente. Al contrario que las persianas y cortinas tradicionales, una vez instalado pasa desapercibido, activándose con un interruptor o mando a distancia, o incluso con una aplicación para smartphone.
En su estado translúcido puede ser utilizado como pantalla de proyección y retroproyección en salas de reuniones o eventos feriales.
El vinilo inteligente aporta un plus en diseño a la arquitectura de las estancias en la cual se instala, dotándolas de modernidad.
El PDLC es una especie de sándwich de varias capas de materiales. En la parte exterior (tanto frontal como trasera) encontramos PET (Tereftalato de Polietileno) transparente. La siguiente capa está formada por ITO (óxido de indio y estaño), una lámina transparente de alta conductividad que se suele utilizar, por ejemplo, en pantallas OLED y LCD. Por último, en el centro, encontramos el polímero disperso y las partículas de cristal líquido. Todos estos componentes trabajando juntos consiguen el vinilo opaco que se vuelva transparente.